El 2 de mayo de 1982, el conflicto bélico entre el Reino
Unido y la Argentina por las islas Malvinas dio un giro decisivo: ese día las
tropas británicas hundieron el crucero General Belgrano, en el que murieron 323
soldados.
Cuenta la crónica que a las 16:02 de aquel domingo gélido en
aguas del Atlántico Sur, mientras los artilleros que se encontraban de guardia
probaban algunos mecanismos y la torre II buscaba posibles blancos en el
horizonte, el General Belgrano recibió el primer impacto, que paralizó a los
1093 tripulantes. Era el primero de los 3 torpedos MK-812 lanzados desde el
submarino británico desde unos 5 kilómetros de distancia (aunque sólo los dos
primeros dieron en el blanco). Ese primer torpedo mató a 274 soldados
argentinos.
El segundo de los misiles, que impactó a la altura de la
proa de la nave, provocó el desprendimiento de 12 metros de ese sector del
barco. Inmediatamente comenzó la inclinación a babor cesó la fuerza motriz y se
apagaron las luces, la generación eléctrica de emergencia también quedó
inutilizada. Era el principio del fin para el General Belgrano.
Los minutos siguientes fueron un caos de órdenes y gritos desesperados. A las 16:23 el comandante Héctor Elías Bonzo dio la orden de abandonar la nave. Comenzó así la maniobra de abandono. La marejada que había, dificultó la visión y comunicación entre las balsas, por lo cual algunas quedaron sobrecargadas con 30 personas y otras subocupadas con no más de 3. A las 16:50 la escora de 60° preanunciaba el hundimiento, y en 10 minutos el crucero fue engullido por las aguas del Océano Atlántico.
El hundimiento del crucero General Belgrano generó una fuerte polémica en medio del conflicto, ya que las autoridades argentinas acusaron a las británicas de atacar a la nave fuera de la zona de exclusión establecida en las Islas.
Los minutos siguientes fueron un caos de órdenes y gritos desesperados. A las 16:23 el comandante Héctor Elías Bonzo dio la orden de abandonar la nave. Comenzó así la maniobra de abandono. La marejada que había, dificultó la visión y comunicación entre las balsas, por lo cual algunas quedaron sobrecargadas con 30 personas y otras subocupadas con no más de 3. A las 16:50 la escora de 60° preanunciaba el hundimiento, y en 10 minutos el crucero fue engullido por las aguas del Océano Atlántico.
El hundimiento del crucero General Belgrano generó una fuerte polémica en medio del conflicto, ya que las autoridades argentinas acusaron a las británicas de atacar a la nave fuera de la zona de exclusión establecida en las Islas.