martes, 29 de mayo de 2012

Luisito: Alma Misionera, Corazón Patagónico


A pasado un mes de aquel fatídico 29 de abril en que  Dios decidió que ya era el momento de partir a un lugar mejor, sin dolor, sin odios ni rencores porque aquí en donde habitamos los mortales ya habías cumplido tu misión.

En ese mes muchos comentarios buenísimos se escucharon, vecinos agradecidos, alumnos también y gestos que ni siquiera lo que más lo tratamos sabíamos, pero él era así y de esa manera se fue.

Si hasta el mismo padre, hoy obispo lo había lo bautizado y que casualidad venir a la Patagonia y encontrarse, digo casualidad cuando en realidad creo que su misión estaba en estas tierras Patagónicas que el querido Luis presentaba en su Misiones natal como “hermosa”.

Muchas personas pasaron sin pena ni gloria por nuestro bendito Paso de Indios y muchas pasaran sin dejar nada, pero de lo que si estoy seguro es que lo que vos lograste en pocos años, otras jamás lo lograran en toda una vida.

En donde estés hermano, amigo, compañero siempre estarás presente en nuestras charlas y nuestro corazón.

Por último dejo una reflexión de facundo Cabral.

“Además, la vida no te quita cosas: te libera de cosas... te alivia para que vueles más alto, para que alcances la plenitud. De la cuna a la tumba es una escuela; por eso, lo que llamas problemas, son lecciones. No perdiste a nadie: El que murió, simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además, lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón.
No hay muerte... hay mudanza. Y del otro lado te espera gente maravillosa: Gandhi, Miguel Ángel, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuelo y mi madre, que creía que la pobreza está más cerca del amor, porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas y nos aleja, porque nos hace desconfiados.”


Un mes sin tí...


El tiempo transcurre con su misterio y encrucijadas, se nos agota y evapora a nuestro paso y se hace agua en nuestras manos.

Si es bien vivido se hace nada, y si el dolor fluye se hace eterno su sentir.

En este mes que vos hermano no estás aquí, el tiempo se me hizo eternidad, se congeló en mi cada instante vivido, cada momento transcurrido, tu voz suena en mi latir y con la música de fondo te siento junto a mi… 

Atesoremos el hoy que se nos escurre el tiempo, que en mi hoy viven tus recuerdos, tus ideales y creencias son hoy mi meta, tu locura y demencia invaden en mi vida y que con tu pronta partida en mi has dejado una gran admiración.

Extrañar, reír, llorar, soñar y pensar en tu mágico pasar, que en tu camino has marcado a este pueblo sin igual.

Tu recuerdo aún sigue y por siempre seguirá en cada persona que te ha conocido y jamás te olvidaran, mi corazón es tu casa, tu recuerdo en mi mente hoy, música, brindis y una hermosa revolución.


Tu hermano Miguel

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